martes, 11 de octubre de 2011

Capítulo V

SOBRE EL MARXISMO VULGAR

en historia del arte, florecen todas esas variaciones de la ideología burguesa, se debe también a la ausencia casi total de investigaciones marxistas, o más bien al predominio de un marxismo vulgar sobre el marxismo.

Aquí hay que mencionar dos errores enormes: 1. La confusión entre las exigencias de "un arte" militante, indispensable para la lucha ideológica del presente, y las exigencias relativas a la explicación de las imágenes del pasado. 2. La asimilación del "realismo" a una escuela artística determinada. Estos dos "errores" están muy estrechamente ligados el uno al otro. En primer lugar la confusión entre las exigencias de "un arte" militante y las de la explicación de las imágenes del pasado.

Un historiador de arte como Mijail Alpatov, que no tiene relación alguna-ni aun lejana-con el marxismo y que está considerado hoy en la Unión Soviética como el principal historiador de arte del país. Esta evolución es análoga en los demás países socialistas, excepto en Albania y en China, donde predomina más bien el marxismo vulgar. En este sentido, la historia del arte deviene la historia de las imágenes de temas políticos que se consideran "progresistas", no se pueden explicar las imágenes del pasado, los períodos históricos que no son los nuestros, sin tomar en consideración su especificidad y tratar de asimilarlos, con premura, a nuestro presente.

Sobre la cuestión de la actitud ante los artistas vivos y el arte contemporáneo, no deja de tener interés comparar dos posiciones diametralmente opuestas. En pintura, como sabéis, las influencias burguesas fueron grandes en un momento dado; se manifestaban sin interrupción bajo la bandera más 'de izquierda', se colocaban etiquetas de futurismo, de cubismo, de modernismo. En una entrevista concedida a los periodistas H. Shapiro y M. H. Hearst, y en respuesta a la pregunta de Shapiro sobre "si es posible en la Unión Soviética una extensión de las diversas escuelas en el campo de la literatura y del arte", N. Jruschov dijo: "Es precioso ante todo aclarar lo que entienden ustedes, por el término 'escuela'. Por lo que se ve, a juicio de ustedes, 'la escuela' es determinada corriente en la literatura y el arte.{...} En nuestra literatura, en nuestro arte, no hay ni puede haber otras corrientes que la corriente soviética. Con el vocablo 'corriente', entendemos el reflejo de los intereses de ciertas clases y capas de la sociedad. En la Unión Soviética, no hay clase ni capa hostil. Existe en nuestro país una sociedad socialista monolítica; entre nosotros, no hay más que trabajadores; nuestra literatura y nuestro arte son inseparables de la vida del pueblo y participan de su vida, de sus intereses". Bertolt Brecht, todavía no se han apreciado a fondo las riquezas que contienen sus escritos que tratan de  estas cuestiones, en la sociedad socialista siguen existiendo varias clases de contradicciones, a base de la exigencia apremiante de acelerar el desenvolvimiento económico y cultural del país. En el arte pueden desenvolverse libremente distintas formas y estilos; en la ciencia, pueden contender libremente diferentes escuelas. El problema de lo correcto y lo erróneo en el arte  y en la ciencia debe resolverse por la discusión libre en los medios artísticos o científicos, en el transcurso de la práctica del arte o de la ciencia, y no de una manera simplista... la influencia de la burguesía y de los intelectuales que provienen de la vieja sociedad persistirá aún en China durante largo tiempo, y existirá durante largo tiempo como ideología de clase.

Desde el punto de vista de las grandes masas populares, ¿Cuáles deben de ser hoy nuestros criterios para distinguir entre flores fragantes y hierbas venenosas? ¿Cómo juzgar en la vida política de nuestro pueblo, lo correcto y lo erróneo de nuestras palabras y nuestros actos?...1) si contribuyen a unir, y no dividir, a los pueblos de las distintas nacionalidades; 2) si benefician, y no perjudican la transformación a socialista y la edificación socialista;  3) si ayudan a consolidad, y no minan o debilitan, la dictadura democrática popular. Se ven las consecuencias desastrosas de las concepciones de Zdanov y de Jruschov: 1) la ilusión de que basta suprimir la propiedad privada de los medios de producción para eliminar la lucha de clases; 2) la identificación de los untos de vista del Comité Central con "la corriente soviética" y la consideración de todo otro punto de vista como anti soviético o contrarrevolucionario (Zdanov y Jruschov); 3) el desconocimiento de las especificidades de la ideología y de la lucha ideológica en el seno del pueblo, la ilusión de que la utilización de las medidas administrativas en materia ideológica puede resolver las contradicciones existentes.

Volvamos a la aplicación del marxismo vulgar al "arte" del pasado, se manifiesta por ejemplo en la Historia general del arte escrita por un grupo de miembros del Instituto de Teoría y de Historia de las Bellas Artes de la Academia de las Bellas Artes de la URSS.

"Progresistas" así, la historia del arte que se dice marxista no ha llegado hasta hoy, en oposición al análisis histórico y dialéctico que debería ser el suyo, más que a establecer una especie de panteón de los artistas llamados " realistas": Caravaggio, la escuela holandesa, Velásquez, Goya, Horgarth, Delacroix, Géricault, Daumier, Millet, Courbet, Venezianov y la escuela rusa del siglo XIX, podríamos decir que los artistas se clasifican en dos categorías: ¡los "artistas reaccionarios de siempre" y los "artistas demócratas de siempre" ¡después de tantos años durante los cuales la burguesía ha tratado de apropiárselas!. Aquí es donde se plantea el problema del "realismo". El concepto de "realismo" no describe una manera de pintar, por una parte, toda imagen es realista puesto que corresponde a "una realidad"; la manera en que una clase social o la fracción de una clase "ve" el mundo y a sí misma, la noción de realismo no quiere decir absolutamente nada. Las imágenes que son "realistas" como se acaba de oír no son, sin embargo, "mejores" que las imágenes que no lo son. La concepción mecanicista del reflejo no es menos destructora para las artes que para las ciencias, reducir la obra de arte a sus "ingredientes" ideológicos, es no sólo olvidar su especificidad, sino además no tener en cuenta su autonomía relativa y el desarrollo desigual de la sociedad y del arte."

Si la producción de imágenes no es reflejo de la realidad, sino una producción original, esto no arrebata su carácter ideológico como tipo de producción, por eso a la crítica burguesa le gusta el marxismo vulgar, y por las mismas razones por las que trata de seguir ignorando lo más posible las obras que no encajan en este esquema.

Comentario:
En este capítulo se da mucho sobre las variaciones de la ideología burguesa, y del predominio de un marxismo vulgar sobre el marxismo,así como también se hace mención de dos errores enormes que es La confusión entre las exigencias de "un arte" militante, y La asimilación del "realismo" a una escuela artística determinada.


trata mucho sobre el marxismo y sobre el cambio  sociológico, y no está de más mencionar que la crítica burguesa resalta nuevamente, pero se basaban más la crítica del marxismo vulgar, es por esto que siguen ignorando lo más posible obras que no encajan en el esquema.

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